Y vi una casa al final del tiempo
En el fin del mundo donde ya no existían misterios
Y florecieron las aguas de este manantial varado.
Entonces, te fui a buscar donde no estabas
Y te encontré con otro nombre, otra piel,
Otros no se qué pasos que dirigiste hacia mí.
Entonces ardimos de nuevo, en el latido del mundo
Buscando días nuestros que atarnos a la espalda.
Y no fuiste mío, ni yo tuyo
Ambos fuimos de aquella libertad bruñida de te quieros
Erigida entre latidos compartidos.
Y vi una casa al final del tiempo, en el fin del mundo para nosotros dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario